Primera sefardí beneficiada por la obtención de la nacionalidad española

 

La ley que concede la nacionalidad española a los sefardíes, descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en 1492 fue aprobada en septiembre de 2015 y entró en vigor el pasado 1 de octubre con una duración de 3 años. La primera persona en beneficiarse de esta nueva ley fue Simona, una mujer de 80 años, residente en Francia y nacida en Marruecos, quien recientemente firmó el Acta de fidelidad al Rey y a la Constitución española.

 

Sefardíes en un acto de concesión de la nacionalidad española.

 

«¡Casi no me lo creo! Tanto tiempo esperando este momento… siento una alegría enorme al poder pertenecer a esta nación que siempre consideré como mía, por supuesto, sin renegar de la marroquí», dijo emocionada Simona en declaraciones a Europa Press.

 

Reencontrando los orígenes

La ley establece un procedimiento de concesión de la nacionalidad española a través de la carta de naturaleza. Se considera que la condición de sefardí es, por sí misma, una circunstancia excepcional que permitiría la concesión de la nacionalidad española por razón de la especial vinculación con los valores y la cultura españolas; así que la concesión de la nacionalidad está supeditada al cumplimiento de dos requisitos: justificar la condición de sefardí y la especial vinculación con España.

Fue en el año 1492 cuando los antepasados de Simona fueron expulsados de España por los Reyes Católicos a través del Edicto de Granada, que obligaba a la conversión forzada o, en su defecto, a la expulsión.

Más de 500 años después de ese dramático suceso, el hijo de Simona, Daniel Jalfon, judío nacido en Marruecos y, como su madre, residente en París, se remontó varias generaciones atrás en su árbol genealógico, durante los últimos meses, llegando hasta las tumbas de sus antepasados, judíos españoles, para conseguir la nacionalidad a su madre, Simona, quien consiguió superar los dos exámenes del Instituto Cervantes, para poder obtener la nacionalidad.

Es inevitable pensar en lo que tuvieron que pasar sus propios familiares mucho tiempo atrás. «Cuando los expulsaron de España se fueron a través del Mar Mediterráneo dando tumbos y algunos llegaron hasta Egipto», cuenta. Este fue uno de los interesantes descubrimientos de Jalfon gracias al apellido de su madre, que figuraba en una lista de expulsados.

La pertenencia a esta lista fue una de las pruebas que aportó Simona ante el notario en España, ya que es uno de los requisitos imprescindibles que establece la ley para obtener la nacionalidad por origen sefardí. Así como varios documentos, incluida la ketubah, (contrato matrimonial judío originalmente escrito en arameo) que forma parte integral del rito de matrimonio judío y el certificado de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE).

 

Una respuesta rápida para una antigua deuda histórica

 

Hasta ahora, 1.663 personas dieron inicio a la solicitud de nacionalidad española por origen sefardita, y de ese total, 548 han aportado ya toda la documentación requerida y permanecen a la espera de la resolución favorable que es, en sí misma, una recompensa histórica.

La rápida resolución de los primeros 58 casos ya acreditados, demuestra que se trata de un procedimiento que se resuelve con rapidez, como se ha hecho evidente tanto en el caso de Simona, como en el resto de casos que hemos llevado en Zohar Abogados: un 38% de las resoluciones favorables han salido de nuestras manos.

Hanna Zohar, Directora del bufete, junto a uno de los clientes y el acta de notoriedadque acredita la condición de sefardídel solicitantenacionalidad española.

Hacemos énfasis en que se debe iniciar el trámite lo antes posible, ya que hasta el momento hay pocas solicitudes en marcha y, en nuestra experiencia, el proceso tiene una duración total de 4 a 6 meses, pero que puede aumentar hasta un año en cuanto la cantidad de solicitudes aumente.

De manera que este es un buen momento para iniciar el proceso legal de obtención de la nacionalidad española por origen sefardí, ya que la ley tiene una fecha de caducidad que es mejor no perder de vista: a más tardar se pueden presentar solicitudes en septiembre de 2018.